¿Te ha pasado que entras a tus redes sociales y todo lo que ves son debates interminables? Vemos feministas, ambientalistas, veganos y muchos más que luchan contra males sociales desde sus trincheras. El objetivo es simple, visibilizar a grupos oprimidos de la sociedad para mejorar su calidad de vida, en igualdad de condiciones. Todos sabemos de qué se trata, puede que compartamos ideas con ellos o no, pero es algo que está ocurriendo y es real. No hace falta dar más detalles. Pero, ¿habías escuchado alguna vez del “edadismo”? Si no, te recomendamos leer este artículo antes de continuar tu día sin darte cuenta de estos actos de injusticia que podrías estar cometiendo sin saberlo.
El edaismo, según la ONU, “Se produce cuando la edad se utiliza para categorizar y dividir a las personas provocando daños, desventajas e injusticias. Puede adoptar muchas formas, como prejuicios, discriminación y políticas y prácticas institucionales que perpetúan creencias estereotipadas”. Así es, se trata de visibilizar las injusticias cometidas hacia los adultos mayores.
¿Te habías puesto a pensar en cuáles de tus conductas discriminas a los adultos mayores?
Es probable que no, porque está completamente normalizado, como en su momento lo estuvo el racismo, el machismo, ell especismo, etc. El edaismo pone de relieve aquellas actitudes que afectan a los adultos mayores, la mayorñia de las veces, involuntariamente. No es completamente nuestra culpa, como otros problemas similares, es un problema estructural, pero que por lo mismo, hay que cambiar desde los simientos: nuestras actitudes particulares. Aquí te dejamos una guía rápida para reflexionar sobre actitudes edaistas que podrías no estar viendo:
- Tratar a los adultos mayores como si fueran niños: al actuar condescendiente estás asumiendo que por ser adultos mayores son ignorantes, ingenuos, incapacitados. No es así, los adultos mayores merecen ser tratados como personas mayores, no como niños.
- Tomas decisiones por ellos: Es muy común que por ser mayores se les considere incapaces de tomar buenas decisiones. Aunque sea bien intencionado, asumir que la decisión que tomarán es mala. Está bien ayudarlos, pero siempre respetando su autonomía.
- No contratar/despedir sólo por ser muy mayores: Sabemos que los adultos mayores necesitan trabajar por muchas razones, muchas veces por gusto. Asumir que por mayores no pueden cumplir sus funciones es discriminación. Primero hay que considerar que al ser de mayor edad, puede implicar retos diferentes, pero siempre dándoles la oportunidad como a cualquier otra persona.
- Considerar “peculiar” que encuentren el amor: cuando dos personas mayores se casan, muestran afecto o viven su sexualidad libremente, es común que lo consideremos demasiado tierno, chistoso, curioso, notable. No debería ser así, pensemos en la liberación del amor que ha venido los últimos años con el movimiento LGBTQ+, vivir el amor libremente, es un derecho humano sin importar la edad.
¿Has sido parte de alguna? No te juzgues tan duro, el objetivo de este artículo es abrir la reflexión alrededor de este fenómeno que está afectando la vida de los adultos mayores. Ser consciente es ya un gran paso hacia la igualdad. Aún queda mucho por hacer, ¿se te ocurre algo más?
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