Si te has propuesto tantas veces empezar a ahorrar y por alguna razón u otra aún no puedes, este artículo es para ti.
Basta de excusas: engaña a tu cerebro. Muchas veces, es necesario jugarse trucos a uno mismo para lograr nuestras metas, (no nos reclames a nosotros, todo es culpa de la evolución). Será más fácil movernos hacia un objetivo que nos represente placer también a corto plazo (y no sólo dentro de meses o años que logres la meta después de sufrir). No, necesitamos que el ahorrar te dé resultados inmediatos, como quién se pone una rebanada de pastel enfrente de la caminadora (aunque no lo creas, funciona). Aquí te dejamos estos tips, después nos agradeces…
- Date recompensas pequeñas: Puede ser algo simbólico, aunque parezca insignificante, a tu cerebro le gusta recibir estímulos (como cuando ibas al doctor y te daban una paleta) y o registrará como algo bueno, incluso aunque después retires la recompensa. Puede ser un gustito, no es necesario gastar mucho dinero (estamos tratando de ahorrar). Piensa que es como un empujoncito para impulsarte a lo demás.
- Periodos de espera en tus compras: A veces estamos en pilóto automático y cuando llega la quincena y se nos atraviesa un anuncio, caemos redondito. El punto está en poner una pausa y reflexionar, ¿realmente lo necesito? Si la respuesta es no, dispone ese mismo dinero que ibas a gastar y mándalo a tu ahorro casi en automático. Al principio, será difícil, estamos acostumbrados a actuar por las recompensas del presente, pero tu razón puede intervenir y dar cuentas: es mejor ahorrar para tu retiro que comprar esa maquina de palomitas de Hello Kitty.
- Aplica el test del extraño: de la mano con lo anterior, hay un truco buenísimo que podrás aplicar a tu cerebro cuando a pesar de haber racionalizado que no es necesario creas que lo deseas con todo tu corazón. Pregúntate: Si un extraño te ofreciera esa chamarra retro que estás apunto de comprar o los 1200 pesos en efectivo que cuesta, ¿qué elegirías? Si la respuesta es la chamarra, adelante, es un deseo de tu corazón, si lo dudaste aunque sea un poco, la recomendación es que prefieras el efectivo, te hará falta. ¿Por qué no mandar aunque sea la mitad de eso a tu ahorro?
- Piensa que cada vez que ahorres, lo recuperaras en menos de un año: no es broma, tus aportaciones voluntarias para el retiro son deducibles de impuestos, así que en la declaración que hagas en el siguiente abirl, los verás de regreso en tu cuenta. ¿El SAT ya no parece tan malo, verdad?
- Participa en los sorteos de Millas para el retiro: dejamos lo mejor para el final. Los sorteos de Millas son lo mejor de todo, porque mientras ahorras para tu retiro estás participando por la rifa de muchos artículos apetecibles: drones, computadoras, celulares, bocinas inteligentes, viajes, boletos de cine, y muchas cosas más. Lo mejor de todo, es que cada boleto “cuesta” mínimo $50, los mismos que se van a tu ahorro voluntario para el retiro. No lo desaproveches, engaña a tu cerebro.
Esperamos que estos tips te sean de mucha utilidad, y cuéntanos cómo va tu progreso por Whats App.